PRIMERA CARTA DE SAN PEDRO

Las dos cartas tienen como mira sea hechos externos a la comunidad, es decir, la persecución que golpea a los cristianos, sea hechos internos, como el la confusión provocada por predicadores itinerantes. A los destinatarios de la primera carta el apóstalo manda decir que la persecución forma parte de la auténtica vida cristiana (cf. 1 Pt 3,13-18; 4,12-19; 5,6-11)."


1 Pedro (BPD) 1


Saludo inicial

EL RENACIMIENTO BAUTISMAL


La esperanza cristiana

3 Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, 4 a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. 5 Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final. 6 Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente: 7 así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo. 8 Porque ustedes lo aman sin haberlo visto, y creyendo en él sin verlo todavía, se alegran con un gozo indecible y lleno de gloria, 9 seguros de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación.

El mensaje revelado a los Profetas

Exhortación a la santidad

El amor fraterno

El nuevo Pueblo de Dios

EL TESTIMONIO DEL CRISTIANO EN EL MUNDO


La conducta entre los paganos

Los deberes hacia las autoridades

Los deberes hacia los patrones

El ejemplo de Cristo

Los deberes de los esposos

El espíritu fraternal

La actitud frente a la persecución

La resurrección de Cristo y el Bautismo

18 Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por los injustos– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. 19Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, 20 a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua. 21Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, 22 que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades.

Las costumbres paganas

4 1 Y ya que Cristo sufrió en su carne, compenétrense también ustedes de esta convicción: el que ha sufrido en la carne ha roto con el pecado. Porque el que sufre en la carne está libre del pecado, 2 para vivir el resto de su vida mortal, no según los deseos humanos, sino según la voluntad de Dios. 3 Ya han vivido bastante tiempo conforme al criterio de los paganos, entregándose a toda clase de desenfrenos, a los malos deseos, a las borracheras, a los excesos en la comida, a las orgías y al culto ilícito de los ídolos. 4Ahora los paganos se extrañan de que ustedes no se precipiten con ellos hacia ese desborde de libertinaje, y se deshacen en injurias contra ustedes. 5 De esto, tendrán que rendir cuenta a aquel que juzgará a los vivos y a los muertos. 6 Porque la Buena Noticia ha sido anunciada a los muertos, para que ellos, después de haber sido juzgados en la carne conforme a su condición humana, vivan por el Espíritu con la vida de Dios.

La proximidad del tiempo final

El gozo en la persecución

12 Queridos míos, no se extrañen de la violencia que se ha desatado contra ustedes para ponerlos a prueba, como si les sucediera algo extraordinario. 13 Alégrense en la medida en que puedan compartir los sufrimientos de Cristo. Así, cuando se manifieste su gloria, ustedes también desbordarán de gozo y de alegría. 14 Felices si son ultrajados por el nombre de Cristo, porque el Espíritu de gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre ustedes. 15 Que nadie tenga que sufrir como asesino, ladrón, malhechor o delator. 16Pero si sufre por ser cristiano, que no se avergüence y glorifique a Dios por llevar ese nombre. 17 Porque ha llegado el tiempo en que comenzará el juicio, empezando por la casa de Dios. Ahora bien, si el juicio comienza por nosotros, ¿cuál será la suerte de los que se niegan a creer en la Buena Noticia de Dios? 18 Si el justo apenas se salva, ¿qué pasará con el impío y el pecador? 19 Por lo tanto, aquellos que sufren conforme a la voluntad de Dios, practiquen el bien, poniéndose en las manos de su Creador, que es fiel.

EXHORTACIÓN A LOS PASTORES Y A LOS FIELES


Los deberes de los jefes de la comunidad

Últimas exhortaciones

Despedida

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