PRIMERA CARTA DE PABLO A TIMOTEO

1 y 2 Timoteo y Tito se llaman ""cartas pastorales"", en cuanto tienen como mira el gobierno de la comunidad eclesial. Estas cartas reflexionan sobre una situación eclesial más desarrollada. Se preocupan de dar directivas sobre organización de la comunidad local y sobre la lucha contra los falsos maestros que desconciertan su fe. De aquí el compromiso de cuidar "" el deposito de la fe, de la sana doctrina, y a formar dignos ministros. "


1 Timoteo (BPD) 1


PRIMERA CARTA A TIMOTEO

Saludo inicial

Los falsos maestros

El verdadero alcance de la Ley

La vocación de Pablo

Recomendación a Timoteo

La oración litúrgica

El modo de orar

8 Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones. 9 Que las mujeres, por su parte, se arreglen decentemente, con recato y modestia, sin usar peinados rebuscados, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos. 10 Que se adornen más bien con buenas obras, como conviene a personas que practican la piedad. 11 Que las mujeres escuchen la instrucción en silencio, con todo respeto. 12 No permito que ellas enseñen, ni que pretendan imponer su autoridad sobre el marido: al contrario, que permanezcan calladas. 13 Porque primero fue creado Adán, y después Eva. 14 Y no fue Adán el que se dejó seducir, sino que Eva fue engañada y cayó en el pecado. 15 Pero la mujer se salvará, cumpliendo sus deberes de madre, a condición de que persevere en la fe, en el amor y en la santidad, con la debida discreción.

El jefe de la comunidad

3 1 Es muy cierta esta afirmación: «El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función». 2 Por eso, el que preside debe ser un hombre irreprochable, que se haya casado una sola vez, sobrio, equilibrado, ordenado, hospitalario y apto para la enseñanza. 3 Que no sea afecto a la bebida ni pendenciero, sino indulgente, enemigo de las querellas y desinteresado. 4 Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad. 5 Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia de Dios? 6 Y no debe ser un hombre recientemente convertido, para que el orgullo no le haga perder la cabeza y no incurra en la misma condenación que el demonio. 7 También es necesario que goce de buena fama entre los no creyentes, para no exponerse a la maledicencia y a las redes del demonio.

Los diáconos

El misterio de Cristo

El falso ascetismo

Exhortación a la piedad

Comportamiento pastoral

El amor fraterno

Las viudas

9 Para estar inscrita en el grupo de las viudas, una mujer debe tener por lo menos sesenta años y haberse casado una sola vez. 10 Que sus buenas obras den testimonio de ella; tiene que haber educado a sus hijos, ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los hermanos, socorrido a los necesitados y practicado el bien en todas sus formas. 11 No inscribas, en cambio, a las viudas más jóvenes, porque cuando los deseos puramente humanos prevalecen sobre su entrega a Cristo, quieren casarse otra vez, 12y se hacen culpables por faltar a su compromiso. 13 Además, si no tienen nada que hacer, acaban yendo de casa en casa y se dedican a charlar y a curiosear, ocupándose en lo que no les importa. 14 Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen, que tengan hijos y atiendan a sus obligaciones domésticas, para no dar lugar a la maledicencia de los enemigos. 15 Algunas de ellas ya han abandonado el buen camino y siguen a Satanás. 16 Si una mujer creyente tiene viudas en la familia, que se ocupe de ellas. De esta manera, la Iglesia no las tendrá a su cargo y quedará libre para atender a las que están realmente necesitadas.

Los presbíteros

Advertencias personales

Los esclavos

Desinterés pastoral

Enseña todo esto, e insiste en ello. 3 Si alguien enseña otra cosa y no se atiene a los preceptos saludables de nuestro Señor Jesucristo, ni a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 es un ignorante y un orgulloso, ávido de discusiones y de vanas polémicas. De allí nacen la envidia, la discordia, los insultos, las sospechas malignas 5 y los conflictos interminables, propios de hombres mentalmente corrompidos y apartados de la verdad, que pretenden hacer de la piedad una fuente de ganancias. 6 Sí, es verdad que la piedad reporta grandes ganancias, pero solamente si va unida al desinterés. 7 Porque nada trajimos cuando vinimos al mundo, y al irnos, nada podremos llevar. 8Contentémonos con el alimento y el abrigo. 9 Los que desean ser ricos se exponen a la tentación, caen en la trampa de innumerables ambiciones, y cometen desatinos funestos que los precipitan a la ruina y a la perdición. 10 Porque la avaricia es la raíz de todos los males, y al dejarse llevar por ella, algunos perdieron la fe y se ocasionaron innumerables sufrimientos.

Exhortación a Timoteo

Los ricos

Recomendaciones y despedida




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